Por Laura V. Mor

Oscar López Rivera, patriota independentista puertorriqueño recibió durante su visita a Cuba la más alta condecoración que entrega la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL): la Orden de la Solidaridad El Mehdi Ben Barka, dada la “sostenida trayectoria y convicción independentista de un hombre tan sencillo como intransigente patriota que tras de más de tres décadas de injusto encarcelamiento continúa invicto, desafiando con la inconmovible firmeza de sus ideales el vergonzante poder colonial que ejerce la más poderosa potencia del planeta sobre su amada isla Puerto Rico”.

En la ceremonia, que contó con la presencia del Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Balaguer, participaron representantes diplomáticos y políticos de 42 países, de ellos 38 embajadores y/o encargados de negocios.
En 1986, cuando la Organización entregó por primera vez esta orden a Nelson Mandela, Oscar López transcurría su quinto año en prisión por luchar por la independencia de su país, un Estado Libre Asociado a una potencia imperialista hegemónica.
Esta orden fue instituida en 1986 para ser otorgada a personalidades relevantes del Tercer Mundo que se hayan ganado la estima de los pueblos de los tres continentes por su lucha y sus sobresalientes aportes a favor de la solidaridad antimperialista en la batalla por la libertad, la descolonización plena, la independencia nacional, la paz, el desarrollo económico y la justicia social. Veintisiete personalidades destacadas en tales luchas han sido homenajeadas con esta Orden de la Solidaridad.
Oscar López Rivera llegó a ser el prisionero político más antiguo de América Latina y el Caribe, privado arbitrariamente de su libertad por 35 años y 8 meses, “sin haber hecho concesión alguna a los ideales que nutrían su lucha ni haberse doblegado jamás”, según palabras de Lourdes Cervantes Vázquez, Secretaria General de la OSPAAAL,  quien afirmó que “la heroica resistencia de Oscar lo eleva a la condición de símbolo de la lucha antimperialista y constituye un formidable aporte que moraliza nuestra lucha común en favor de la unidad, la solidaridad y el internacionalismo”, razones suficientes para ser merecedor de esta orden.
 
René González Sehwerert, Héroe de la República de Cuba y Vicepresidente de la Asociación Cultural José Martí, fue quien orgulloso de la enorme batalla librada por Oscar y sabiéndolo una inspiración para los pueblos, le entregó la medalla, ante la presencia de Gerardo Hernández Nordelo y Fernando González Llort, “tres de los más auténticos hijos  de Fidel”, tal como los definió Lourdes.
“Cuando el imperio estadounidense entró en Puerto Rico lo primero que hizo fue tratar de erradicar todo aquello que representaba el amor a la Patria, el deseo y el amor por la independencia de nuestra Patria” denunció Oscar, ratificando que “el derecho de un pueblo a ser libre se tiene que respetar”, y es violado por Estados Unidos desde 1898.
“Un mundo mejor y más justo, un mundo libre de imperios, un mundo libre de guerras, un mundo donde la justicia y el amor coexistan, donde la calidad de vida sea mejor, donde la hermandad y la armonía puedan coexistir” fue el deseo de Oscar al recibir este honor, como ese motor que ha alimentado sus días en la cárcel y que continúa dándole fuerzas a sus setenta y cuatro años para resistir “porque la lucha nunca termina”.
 
Mandela tuvo que esperar el fin del Apartheid para tener la Orden Ben Barka en sus manos. Oscar también debió esperar a ser libre, cinco años después de ser otorgada y recibida en su ausencia por su hija Clarisa, pudo lucirla en su pecho, simbolizando la lucha emancipadora que aún continúa, el sueño de tener una Patria libre y soberana.
 
Texto de Laura V. Mor, Resumen Latinoamericano / Corresponsalía Cuba. 
La Habana, 16 de noviembre de 2017.-
Fotos: Roberto Morejón, Yaimi Ravelo Rojas y Randy Perdomo

 
Oscar López Rivera, Symbol of the Anti-imperialist Struggle
The Puerto Rican patriot for independence Oscar López Rivera received during his visit to Cuba the highest decoration granted by the Organization of Solidarity of the Peoples of Africa, Asia and Latin America (OSPAAAL, the Spanish acronym): the Order of Solidarity El Mehdi Ben Barka, for the “sustained life trajectory and pro-independence conviction of a simple man  and unyielding patriot who, after more than three decades of unjust imprisonment, remains undefeated, challenging with the immovable firmness of his ideals the shameful colonial power that is exerted on his beloved island Puerto Rico by the greatest power of the planet”


The ceremony, held in the presence of the Commander of the Rebel Army José Ramón Balaguer, was also attended by diplomatic and political representatives from 42 countries, 38 of whom were ambassadors and/or chargés d’affairs.
In 1986, when the Organization decorated Nelson Mandela with the first Order, Oscar López was serving his fifth year in prison for fighting for the independence of his country, a free associated state to a hegemonic imperialist power.
The Order was established in 1986 to be granted to relevant Third World personalities who have won the admiration of the peoples from the three continents for their struggle and outstanding contributions in favor of anti-imperialist solidarity in the battle for freedom, full decolonization, national independence, peace, economic development and social justice. Twenty-seven personalities who have been relevant in such struggles have been decorated with this Order of Solidarity.
Oscar López Rivera became the political prisoner from Latin America and the Caribbean with the longest stay in prison. He was arbitrarily deprived of his freedom for 35 years and 8 months, “without ever making any concession to the ideals that nourished his struggle nor having ever yielded”, according to the words of Lourdes Cervantes Vázquez, Secretary General of OSPAAAL, who stated that “Oscar’s heroic resistance raises him to the condition of symbol of the anti-imperialist struggle and is a tremendous contribution that strengthens our common struggle in favor of unity, solidarity and internationalism” – sufficient reasons to be worthy of this Order.


René González Sehwerert, Hero of the Republic of Cuba and Vice President of the José Martí Cultural Society --proud of the huge battle waged by Oscar and seeing in him an inspiration for the peoples-- delivered the medal to him in the presence of Gerardo Hernández Nordelo and Fernando González Llort, “three of Fidel’s most authentic sons”, as they were defined by Lourdes.

“When the United States empire entered Puerto Rico, the first thing it did was try to exterminate all that represented the love for the Fatherland, the desire for independence and the love for our Fatherland”, denounced Oscar, confirming that “the right of a people to be free has to be respected” and has been violated by the United States since 1898.
“A better and more just world, a world free from empires, a world free from wars, a world where justice and love coexist, where there is a better quality of life, where brotherhood and harmony may coexist” was Oscar’s wish when receiving his honor, like that motor that nourished his days in prison and keeps giving him strength to resist at the height of his seventy-four years, “because the struggle never ends”.
 
Mandela had to wait until the end of Apartheid to have the Ben Barka Order in his hands. Oscar also had to wait to be free. Five years after it had been awarded to him and received in his absence by his daughter Clarisa, he finally wore it on his chest, as a symbol of the still continuing emancipation struggle, the dream of having a free and sovereign Fatherland.
 
Text: Laura V. Mor, Resumen Latinoamericano, Correspondent Office in Cuba 
Havana, November 16, 2017
Photos: Roberto Morejón, Yaimi Ravelo Rojas and Randy Perdomo

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