André Abeledo Fernández 

 

El pueblo Kurdos, un pueblo sin estado.

Turquía ha entrado nuevamente a sangre y fuego en el Kurdistán y el mundo calla, la comunidad internacional no dice nada y para los medios de desinformación de masas no es noticia. Porque las noticias son política y la verdad está secuestrada, la información es poder y se utiliza cuando y como interesa para manipular a la opinión pública.


El pueblo Kurdo, un pueblo sin estado nunca ha sido noticia a pesar de ser un eterno torturado, solo cuando los EEUU firmaron la sentencia de muerte de Sadam Husein el mundo recordó que las guerrillas kurdas luchaban contra el ejército Iraquí por su independencia y de que más de una vez los inocentes habían sido gaseados con armas químicas, esas armas fueron luego la coartada perfecta para los EEUU y sus aliados para destruir Iraq, una vez conseguido el objetivo el pueblo Kurdo que sigue siendo masacrado con impunidad por Turquía, un miembro de la OTAN y por los bárbaros del Estado Islámico, financiado y apoyados descaradamente desde Turquía y Arabia Saudí ya no importa, el genocidio del pueblo Kurdo vuelve a ser un eco lejano ahogado intencionadamente por los amos del sistema.


Pero las valientes guerrilleras Kurdas continúan su lucha contra los asesinos del Estado Islámico y son su mayor pesadilla, porque estos fanáticos están convencidos que en caso de caer abatidos por una mujer en batalla, no podrán disfrutar del paraíso con sus vírgenes y manjares.


Las guerrillas del Kurdistán siguen luchando sobre el terreno contra el fanatismo religioso, contra la barbarie, contra el patriarcado, claro está también luchan por su derecho a tener un estado, a su independencia, a poder gestionar su territorio de un modo autónomo y es en este punto donde a nadie le interesa su triunfo.


A los poderes económicos no les interesa un Kurdistán independiente que reclame su soberanía, un Kurdistán sin fanatismo religioso y con un concepto de la sociedad mucho más socialista e igualitario, a las superpotencias mundiales que trazaron con escuadra y cartabón después de la segunda guerra mundial las fronteras, sin tener en cuenta otra cosa que sus intereses, de los países que nacieron por obra y gracia del reparto geopolítico del mundo y de África y Oriente Medio.


A los amos del mundo no les interesan los pueblos, solo les interesan los recursos energéticos de los territorios sobre los que se asientan y para conseguirlos los psicópatas amos del mundo están dispuestos a todo, a inventarse guerras, destruir estados, instaurar dictaduras, apoyar a terroristas, o realizar genocidios.


La guerrilla del Kurdistán atacada por todos y apoyada solo circunstancialmente cuando alguno de los actores del teatro estratégico mundial la necesita, continúa luchando, sigue resistiendo, avanza ahora apoyando en Siria al ejército del gobierno gubernamental y Rusia y en Iraq supuestamente apoyada por países de Occidente que forman parte de la OTAN.


Mientras Turquía uno de sus miembros los ataca, los masacra sobre el terreno y los bombardea desde hace mucho con sus aviones, esa misma Turquía de derribo un caza ruso que luchaba contra el EI, esa Turquía que envía flotas de camiones a por el petróleo con el que se financia el Estado Islámico, esa Turquía gobernada con mano de hierro por el sátrapa de Erdoğan que mata a su propio pueblo cuando se manifiesta pidiendo paz y libertad, ese ejército turco que asesina extrajudicialmente a guerrilleras kurdas, que las tortura, que las arrastra muertas y desnudas por las calles para atemorizar aún más a la población y humillar en lo posible a las luchadoras, sin respeto a nada, ni derechos humanos, ni convenciones internacionales sobre el trato a las prisioneras y prisioneros.


El pueblo kurdo es un ejemplo de lucha y resistencia, las mujeres kurdas son la vanguardia y punta de lanza en esta lucha por sus derechos y su libertar, una lucha a la que también se ven empujadas para no ser ni ellas ni sus hijas esclavas sexuales vendidas en un mercado del EI o en Arabia Saudí, el Kurdistán se ha ganado el respeto de los pueblos del mundo que no conocen su historia, porque al sistema no le interesa que se escriba, que se sepa la oscura verdad, que los pueblos del mundo entiendan hasta donde llega la crueldad y la inmoralidad de la política exterior de aquellos países que se autoproclaman defensores de las libertades frente a la barbarie y el fanatismo.


Malditos hipócritas, psicópatas, genocidas, mentirosos, cobardes que os escondéis detrás de vuestros himnos y vuestras banderas empapadas en la sangre de millones de inocentes.

(André Abeledo Fernández, Concejal y Coordinador de Esquerda Unida de Narón y sindicalista)