Por Martha Gabriela  

Nueva York, Oct 12/17.-  Este jueves, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostuvo una reunión para evaluar el informe del Secretario General de la organización, Antonio Guterres, sobre la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), en la que Venezuela ratificó su compromiso con el desarrollo social del hermano país caribeño. 

Con el fin de la MINUSTAH se prepara la instalación de Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH), la cual cumplirá nuevas funciones orientadas a brindar apoyo a los cuerpos de seguridad haitianos. 

Rafael Ramírez, Representante Permanente de Venezuela ante Naciones Unidas, señaló la estrecha relación de cooperación establecida entre Haití y Venezuela, gracias a la llegada del Comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana, basada en el principio de solidaridad entre los pueblos. 

"Vale destacar que desde el inicio de la Revolución Bolivariana, la cooperación de Venezuela hacia Haití ha estado orientada a empoderar el Estado haitiano a través del fortalecimiento institucional, hecho éste que se evidencia en que la totalidad de los fondos que Venezuela destina como cooperación en Haití son administrados por las autoridades de esa nación caribeña", sentenció. 

El jefe de la delegación venezolana puntualizó que, pese a los esfuerzos realizados para la estabilización de Haití, persisten serios desafíos que son resultado en parte de crisis prolongadas y catástrofes naturales que han impactado negativamente los ámbitos político, económico y social. 

"La lucha contra la pobreza y en favor de la justicia social en Haití, el país más pobre de Nuestra América, aún requieren, del esfuerzo solidario y apoyo directo a los mecanismos estables de asistencia y cooperación, para atender los desafíos y problemas estructurales, en esa nación, por ejemplo, según datos de la FAO entre 2014-2016, más de 5 millones de haitianos, equivalente al 47% de su población están subalimentados", precisó el embajador Ramírez.

Venezuela saludó la iniciativa de Jovenel Moïse, Presidente de Haití, sobre el reimpulso del dialogo entre los sectores del país, así como trabajar en una reforma de las instituciones del Estado con todos los sectores de la nación
A continuación el discurso íntegro del embajador Rafael Ramírez, Representante Permanente de Venezuela ante naciones Unidas, en el debate de la Segunda Comisión de la Asamblea General de naciones unidas sobre la erradicación de la pobreza: 

Señor Presidente,
Deseo iniciar esta intervención extendiendo nuestras felicitaciones a la Delegación de Etiopia por las labores de la presidencia durante el pasado mes de septiembre y a la Delegación de Francia al presidir las labores de este órgano durante el presente mes. De igual manera, saludamos a la Representante Especial y Jefa de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), Sra. Sandra Honoré, cuya labor al frente de esta misión durante estos años de servicio, ha sido guiada por un firme compromiso y dedicación a favor de la estabilidad y desarrollo del pueblo haitiano.

Señor Presidente, Haití ocupa un lugar especial en la conciencia de los venezolanos ambas naciones están unidas por profundos lazos históricos, políticos y culturales que tiene su origen en la lucha independentista, Haití y la revolución haitiana, sirvieron de inspiración a los patriotas del siglo XIX y al Libertador Simón Bolívar, quien hace 200 años, fue respaldado por el Presidente Alexandre Petión y los haitianos en el fragor de la Guerra de Independencia. 

Nuestro país está plenamente comprometido con el desarrollo social de un Haití libre y soberano, Durante nuestra revolución bolivariana, con la presidencia del Comandante Hugo Chávez Frías, nuestra cooperación con Haití se expandió y profundizó de manera extraordinaria, siendo erigida sobre la base de los principios de solidaridad y justicia social. Un profundo sentimiento de solidaridad motiva la ayuda de Venezuela a Haití.

Reconocemos los esfuerzos notables realizados por Haití en los últimos años en favor de la paz, la estabilidad y desarrollo. No obstante los progresos alcanzados, persisten serios desafíos resultantes de prolongadas crisis y numerosas catástrofes naturales, que han tenido una incidencia negativa en la vida política, económica y social de ese hermano país, y que requieren de la cooperación solidaria y sostenida de la Comunidad Internacional. 

Las potencias colonialistas le cobraron caro a Haití su libertad e independencia. Así, durante todo el siglo XIX y XX, el pueblo haitiano ha sufrido intervenciones militares penalidades y el cobro de exorbitantes sumas a favor de la antigua potencia colonial; minando y debilitando su desarrollo. Todo esto ha afectado, sin lugar a dudas negativamente su estabilidad.

 
Es necesario recordar estos antecedentes como causas raigales de la inestabilidad de ese país hermano a lo largo de su historia, para entender por qué el pueblo haitiano ha estado sumido en una profunda crisis de inestabilidad política y una dramática situación de pobreza e injusticia social. 

La lucha contra la pobreza y en favor de la justicia social en Haití, el país más pobre de Nuestra América, aún requieren, del esfuerzo solidario y apoyo directo a los mecanismos estables de asistencia y cooperación, para atender los desafíos y problemas estructurales, en esa nación, por ejemplo, según datos de la FAO entre 2014-2016, más de 5 millones de haitianos, equivalente al 47% de su población están subalimentados; es por ello que la cooperación debe enfocarse en la agenda de desarrollo social, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en la erradicación de la pobreza y reducción de las desigualdades, haciendo énfasis en las consecuencias de los impactos resultantes de los desastres naturales, producto de los efectos del cambio climático en la región del Caribe.

En los últimos años, Haití ha sido impactada por desastres naturales que han tenido un efecto devastador sobre su población, así como en su estructura económica e institucional. Las secuelas del terremoto de enero de 2010 y el paso del huracán Matthew en 2016 siguen latentes y han agravado aún más la situación general del país, particularmente en el ámbito humanitario. Al respecto y tal como hemos actuado en catástrofes similares en el pasado reciente, Venezuela ha acudido a solicitud de las autoridades haitianas a brindar asistencia inmediata y permanente para colaborar en la superación de las dificultades. 

Esta es la esencia de la solidaridad y cooperación entre los pueblos hermanos, por ello seguiremos respaldando a través del Acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - (ALBA-TCP), todas las diversas iniciativas y proyectos priorizados por las autoridades haitianas en las áreas de desarrollo social, asistencia humanitaria, construcción, rehabilitación y mantenimiento de infraestructuras y educación, que han impactado positivamente en el pueblo.
 
Vale destacar que desde el inicio de la Revolución Bolivariana, la cooperación de Venezuela hacia Haití ha estado orientada a empoderar el Estado haitiano a través del fortalecimiento institucional, hecho éste que se evidencia en que la totalidad de los fondos que Venezuela destina como cooperación en Haití son administrados por las autoridades de esa nación caribeña. 

Igualmente, desde 2005 en el marco del acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe, nuestro país, sigue asistiendo el 100% de las necesidades de suministro de combustibles y el 20% de la generación eléctrica del país, así como diversas iniciativas y proyectos priorizados por el gobierno haitiano, que en estos años, han impactado positivamente en los esfuerzos de reconstrucción de Puerto Príncipe, así como en el desarrollo económico y social en esta hermana nación.

Sr. Presidente,
Nos siguen preocupando las repercusiones generadas por el brote y extensión del cólera en Haití desde 2010. Valoramos el coraje de las Naciones Unidas al haber reconocido su responsabilidad con la propagación inicial del virus, y manifestado su compromiso de asistencia directa a las víctimas de la epidemia. Es por ello que se hace necesario redoblar los mecanismos estables de cooperación para articular una respuesta de alcance y oportuna, a objeto de reforzar el Plan de Eliminación del Cólera en Haití hasta 2022, con el fin de coadyuvar a una transición de las intervenciones humanitarias de urgencia hacia programas orientados al desarrollo en Haití. 

En este sentido, apoyamos decididamente el nuevo enfoque de la ONU en la lucha contra la propagación del Cólera, y en atención a lo dispuesto en la resolución aprobada por la Asamblea General (A/RES/71/161), Venezuela realizó un aporte financiero al Fondo Fiduciario de Asociados Múltiples de las Naciones Unidas para la Respuesta al Cólera en Haití. Tal contribución estuvo dirigida a respaldar la iniciativa del Secretario General para continuar atendiendo a las necesidades, tanto inmediatas como a largo plazo, en el tratamiento de la epidemia del cólera en esa hermana nación del Caribe. 

Señor Presidente, 
Ahora que la labor de la MINUSTAH ha culminado y teniendo presente que la Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH), mecanismo que le sucederá en el cumplimiento de nuevas funciones, estará enfocada en apoyar a la Policía Nacional Haitiana, a promover el estado de derecho y fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos. Consideramos que las Naciones Unidas debe seguir respaldando al pueblo haitiano y trabajar en estrecha coordinación con el Gobierno haitiano sobre la base de sus prioridades nacionales, en estricto apego a los principios de soberanía, independencia y autodeterminación de ese país. En el proceso de fortalecimiento de la institucionalidad de ese país debe respaldarse la posibilidad de crear una Fuerza Armada profesional con el mandato de salvaguardar la soberanía, independencia política e integridad territorial de esa nación.

Venezuela reconoce el desempeño de la MINUSTAH en el logro de importantes avances para la estabilidad de ese país, por lo que valoramos las contribuciones de los componentes civiles y militares de los países de nuestra región latinoamericana que integraron esa Misión desde su establecimiento en el 2004, queremos rendir homenaje y reconocer el trabajo de los países que aportan contingentes de la región, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Guatemala. 

Igualmente, Venezuela respalda la iniciativa del Gobierno del Presidente Jovenel Moïse, de reimpulsar el proceso de diálogo nacional y reforma institucional, así como su iniciativa para abordar una serie de asuntos importantes que enfrenta el país a través del establecimiento de varias comisiones presidenciales, compuestas por representantes de diferentes sectores nacionales. Consideramos fundamental continuar con el Plan de Desarrollo Estratégico de la Policía Nacional para el período 2017-2021. 

Finalmente, nuestro país seguirá aunando esfuerzos regionales en el marco de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) y PETROCARIBE, con miras a ayudar a la superación de los problemas económicos y sociales que han afectado por décadas al hermano pueblo haitiano. Estamos comprometidos y presentes en la patria de Petión, en el corazón del caribe y seguiremos apoyando e impulsando todas las iniciativas de la Comunidad Internacional a fin de coadyuvar a la estabilidad política y fortalecimiento institucional con base al respeto de soberanía e independencia política de esa hermana nación del Caribe

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