Por: José Juan Requena

Hasta cuando Francisco, pasaran estas cosas, me dice el pana Pernalete cuando cruzamos por la 

 

Por: José Juan Requena.

Hasta cuando Francisco, pasaran estas cosas, me dice el pana Pernalete cuando cruzamos por la Plaza Bolívar, rumbo a la Asamblea Nacional, a darle el último adiós a los panas María y Robert vilmente asesinados, hasta cuando Francisco, ponemos la otra mejilla, hasta cuando repite el compa Pernalete, ponemos nuestros muertos sin hacer nada.

 

Es doloroso que esto suceda que asesinan a nuestros mejores hijos de este proceso, patriotas, revolucionarios frente a nuestros ojos, sin poder hacer nada, y esto se repite una y otra vez, desde que este proceso redentor tomo el camino estrecho pero glorioso del pueblo.

 

Pernalete le dice a Francisco, hace poco, poquitico nos mataron al compa Otaiza, en una situación muy parecida, eso sin contar el misterio del asesinato o envenenamiento del comandante presidente Chávez. Es muy lamentable que estos hechos viles y crueles se tornen ahora tan recurrentes, tan frecuentes y cotidianos. Francisco, muy doloroso es amigo, muy doloroso, los autores intelectuales, los que todo maquinan y planifican estas asesinas muertes te repito, quedan lisitos, salen libres y ahora brindan como buenos truhanes por la muerte de nuestros compatriotas desde sus oscuras guaridas. Pernalete, todos sabemos quienes son, es un secreto a voces, el pueblo todo los conoce, sabe de sus intenciones. 

 

Francisco, pero lamentablemente no se actúa, o no se puede, ya que no se castigan estas acciones como debería ser, con una verdadera mano de hierro justiciera. Pernalete, Aquí llevo esta rosa roja como la sangre derramada por nuestros patriotas, para colocarla con mi último adiós, como recuerdo sobre el ataúd. Cuanto lamento estas muertes querido camarada, riposta Francisco, cuanto lo lamento repite, y pensar que ni con palabras, condecoraciones y honores póstumos le regresaran la vida a Robert, a María, no señor, hoy no se repite ya el milagro de Jesús con Lázaro, ni pueden apartaran de nosotros su recuerdo eterno. Cierto, muy cierto salta el pana Pernalete, no estarán más entre nosotros. No los supimos cuidar lo suficiente, cometemos los mismos errores una y otra vez, el enemigo implacable nos engaña como a niños, con estos diálogos de paz ¿cuál paz, será la de los muertos? Y el diálogo  económico, con el que les llenan las manos de dólares baratos `petroleros, con los que especulan con inflación y desabastecimiento, ellos, la oposición golpista nos paga ahora d nuevo con la muerte de compatriotas, con el cobarde asesinato a traición de Robert Serra.

 

Francisco, somos ingenuos o tontos, le acaba de otorgar el Poder Judicial casa por cárcel a un notorio asesino sentenciado de la masacre ocurrida en Puente Yaguno.

 

Pernalete prosigue, mano dura, si señor, ojo por ojo y diente por diente la Ley de Talión es la que debería aplicarse a estos asesinos narco, uribistas, paracos y golpistas.

 

Ya van 3 faltan 17 todavía.

 

Muy cierto Pernalete, según lo dicho por Talego, el apresado jefe terrorista, nos preguntamos, ¿cuál será el próximo? Que revolucionario chavista, será elegido  por el dedo de estos asesinos, que todavía andan sueltos, o quizá hasta asesinados a su vez por quienes los han contratado, pues en estos negocios terroristas, el muerto no habla. 

 

¡Honor y gloria a Robert Serra!, héroe de esta revolución bolivariana incipiente todavía, digno hijo de Chávez, asesinado con la firma uribista al estilo terrorista del sicariato paraco por defender sus ideales, sus creencias y su revolución.