Por Lucía Berbeo

La instalación del sistema biométrico en Venezuela, anunciado recientemente por el gobierno del  

 

Por Lucía Berbeo

La instalación del sistema biométrico en Venezuela, anunciado recientemente por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, debe ser vista como una medida temporal para contrarrestar el flagelo del contrabando de extracción, el cual le origina al Estado pérdidas anuales por el orden de los más de 3 mil millones de dólares.

 

Así lo destacó, el sociólogo y experto en temas latinoamericanos, el catalán Aníbal Garzón Baeza, quien expresó que la derecha de ese país más que analizar la resolución del gobierno desde un punto de vista científico, viendo sus impactos sociales, sus pro y sus contras, descompone la medida sobre cómo poder utilizarla para atacar al gobierno bolivariano.

 

Opinó el editor de Kaos en la Red de España, que la instalación, que será implementada el próximo mes de noviembre,  más que un castigo al consumidor es una sanción al individualismo, ya que la acción de consumir lo debe hacer toda la población para su existencia y bienestar.

 

“Así que dándole la vuelta a la tortilla podemos entender que si el gobierno de Maduro, no toma medidas contra la corrupción, entonces si que es un castigo a  algunos consumidores, ya que las clases bajas por la inflación que produce la corrupción, no podrán comprar los productos de la dieta básica”.  

 

También consideró, que la implementación del captahuellas es compleja, pues en Venezuela, desde sus años de la IV República, siendo un país rentista petrolero, se generó una cultura muy consumista, pues  eso origina estatus dentro de la sociedad.

 

Asimismo,  prevé que  “esta medida de control contra el contrabando y por la seguridad alimentaria puede a la vez ser interpretada, por parte de la oposición, como una medida contra la “libertad” de consumo en productos alimenticios”, dijo Garzón Baeza.

 

Durante la entrevista dispensada dijo, que es necesaria una política de control fronterizo, pues uno de los contrabandos que se tiene identificado es el internacional, donde los productos subsidiados en Venezuela salen ilícitamente a venderse a precios exorbitantes  en Colombia.

 

Y en coordinación a esto, el principio esencial es que para abastecer de productos a una población la medida básica no es simplemente la distribución sino la producción nacional.

 

Culminó diciendo que “si en un país se realiza la elaboración de un producto abasteciendo las necesidades de la población, entonces al no existir una escasez el producto pierde su esencia en el contrabando”, al tiempo reconoció que la supuesta escasez es el motor de los mercados capitalistas para crear zozobra en una nación.

 

•        La autora es periodista, analista política en Venezuela y colaboradora de CLARIN de Colombia